mi nueva página web

Este es mi antiguo blog visita el nuevo en 36escalones.com

miércoles, 25 de febrero de 2015

Ego e iluminación


Hola de nuevo a todos.
Comentaba mi amigo Carlos en la  entrada anterior que solo me faltaba dar alguna indicación de como superar el ego.
El tema me ha hecho reflexionar, en primer lugar sobre el hecho de que para dar una fórmula debía haberme funcionado y para ello debía yo anunciaros ahora mismo "amigos he superado el ego", claro que si lo hiciera tal vez estaría admitiendo implícitamente mi incapacidad para tal tarea.
Como digo, pensando (que por otro lado es una forma más de no poder superar el ego) he llegado a la conclusión de que, si acaso algo útil podía hacer a este respecto, era intentar identificar algunas de las muchas apariencias más o menos sutiles de esta sombra que nos acompaña y que usurpa nuestro ser siembre que encuentra ocasión.
Este sería pues sin duda el primer escollo, hay tantas oportunidades y posibilidades de distracción en este mundo que vivimos y transitamos, que resulta tarea harto complicada permanecer alerta. La mente, portadora de ese parásito al que denominamos ego, está presta a actuar en cualquier momento y aprovecha cualquier oportunidad que le ofrece la miríada de estímulos exteriores, para adormecer los sentidos y coger las riendas de nuestro disco duro.
Por poner un ejemplo que en estos momentos tal vez nos sea de más fácil comprensión, al tiempo que me permito hacer un pequeño guiño al amigo Carlos, podríamos decir que en este baile interactivo, la mente es el pirata informático y el ego el virus. El pirata aprovechará cualquier programa, enlace, correo o dispositivo externo para introducir en nuestro sistema ese virus, disfrazado de mil programitas distintos. Este irá actuando en nuestros archivos y disco duro sin que nosotros podamos detectarlo hasta que haya provocado un buen desaguisado en nuestro sistema. En ocasiones, semejante estropicio no podrá enmendarse sin un formateo completo del equipo.
¿Qué hacer entonces? Mi marido, que es informático,  siempre me recomienda que no instale programas gratuitos, que lea todo bien y que no abra correos cuya procedencia ignoro. En definitiva, que limite este tipo de trasteo a un uso práctico y comedido de los recursos, sin dejarme seducir por los miles de estímulos diarios que pretenden venderme otras tantas necesidades ficticias, junto a las herramientas que darán satisfacción a las mismas. Me advierte de continuo que estas pequeñas aplicaciones aprovecharán la ocasión para inocularme de forma silenciosa esos pequeños programas perniciosos que irán socavando poco a poco mis recursos.
Atendiendo estos sabios consejos quizás podamos encontrar algunas claves para, primero identificar convenientemente esos virus ególatras y luego neutralizarlos convenientemente.
Debiéramos empezar por simplificar de forma sustancial nuestra pisque a fin de identificar los pocos programas necesarios que vayamos usando en nuestro cotidiano deambular por este incierto mundo.
Todos somos conscientes de que cuando nuestro interés en este mundo pasa única y exclusivamente por medrar en nuestros intereses y caprichos estamos instalados claramente en uno de esos programas de ego. Más este tipo es de fácil identificación, pues aparece comercializado directamente con el logo de la calavera en su icono de instalación.
Sin embargo no todos esos virus son tan obvios, veamos por ejemplo uno de ellos, de común uso e instalación, pero de mucho más difícil identificación. Me refiero a ese que se instala junto con los programas solidarios. Sí, efectivamente, estos programas cuya bondad no pondríamos en duda, vienen, en multitud de ocasiones, acompañados de un avieso virus que actúa sibilinamente pero que cuando venimos a darnos cuenta nos ha instalado un programa de ego tan eficaz y pernicioso como el del primer caso analizado. Hay que estar muy atento a las señales pues  estos programas  empiezan sugiriendo y luego exigiendo algún tipo de compensación por cada acción desarrollada por el programa solidario principal. No tiene porque ser una compensación económica, este tipo sería quizás demasiado obvio y fácil de detectar, se puede disfrazar sin embargo de exigencia de agradecimiento o incluso de expectativa de reacción o efecto transformador en la persona objeto de alguna de las acciones puesta en marcha por el programa solidario.
Además, conforme vayamos cogiendo destreza en nuestro conocimiento del sistema que usamos, los piratas que, no olvidemos, en nuestro caso hemos instalado directamente en el salón de nuestra casa con acceso directo a todos nuestros equipos, irán desarrollando nuevos virus cada vez más eficaces, sutiles y difíciles de detectar. No podemos obviar que están usando los recursos de nuestro propio aprendizaje para su desarrollo.
Así,  podemos llegar a un curioso bucle donde, podría darse el caso de que hayamos podido controlar los programas de ego más burdos y posteriormente hayamos desinstalado poco a poco todos aquellos disfrazados de programas de agradecimiento o transformación de vidas ajenas, y cuando lleguemos al convencimiento de que lo único que realmente queremos y necesitamos es SER conscientes para trascender a la ilusión del pensamiento, nos encontremos con una nueva generación de virus.
Esta resulta quizás la más sutil, pues hasta sus efectos son de difícil detección, sin embargo son muy peligrosos pues no te permitirán acceder a tu sistema operativo. Con esta nueva generación de virus, te pasarás horas, días, meses e incluso años intentando acceder a tu sistema con la sola intención de conectarlo, para descubrir que cuanto más lo intentas menos responde.
Llegados a este punto solo hay algo que puede desbloquear el sistema, desconectarlo y volverlo a conectar en modo prueba.
Solo llegando a  entender que todo cuanto nos rodea no son más que invenciones de nuestra propia mente dirigidas a  engañarnos, convenciéndonos de que se trata de necesidades reales para, de esta forma, vendernos a posteriori cualquiera de los virus solucionadores, podremos empezar a actuar en consecuencia.
¿Cómo? Formateando el equipo y dejando una conexión abierta, pero sin programa alguno que lo traduzca, se trata de escuchar los impulsos que llegan cuando no hay instalado ningún programa de expectativas, de miedos ni  de rencores. Nada más arrancar, debemos instalar  el sistema operativo del amor puro (no temáis, este es un programa de lo más seguro), luego lo conectamos a la nube para que nuestro equipo esté disponible y pueda ser usado desde ella sin restricción alguna.
Solo hay una cosa que pueda decir para, tal vez,  dar luz a este dilema.
Si perseguimos iluminar nuestro SER debemos entender que la luz es como una mariposa, si corres tras ella siempre volará un palmo por delante tuya. Párate, no corras en pos de nada, solo escucha y ve allí donde te indique esa conexión que instala su altavoz en el corazón, lee las instrucciones y síguelas, luego cierra todos los archivos y deja de nuevo libre la conexión. Solo así, en silencio, la mariposa tal vez se pose en tu hombro.

martes, 3 de febrero de 2015

Ser o no ser


La verdad es una tierra sin caminos, así que sólo a veces la experiencia de la búsqueda personal de alguien puede ser útil a alguien que empieza a buscarse.


SER O NO SER, esta simple frase conocida y usada innumerables veces, encierra la mayor verdad del Universo, pues sólo alguien realmente libre puede decir que ES, y ese es en realidad el único propósito de nuestra vida, ser absoluta y realmente LIBRES.

Pero tendemos a creer que no somos nada si no pensamos, pues creemos que somos lo que pensamos, sin embargo la verdad es que SOMOS cuando no pensamos, pues al pensar, es en realidad nuestro Ego quien usa nuestra mente menor para darnos respuestas supuestamente racionales, a las que cuelga el cartel de imparciales. Pero no lo son, porque nuestra mente menor no es libre en absoluto, es esclava del poder, del miedo, de los condicionamientos sociales disfrazados de cultura, tradición o costumbre y de toda la domesticación de la que hemos sido objeto a lo largo de muchas vidas.

SOMOS cuando no pensamos, porque si apagamos nuestra mente menor, nuestra mente mayor, que no tiene su centro en el cerebro sino en el corazón, es quien toma el control y solo entonces podemos llegar a SER, el Ser superior que somos en realidad, el que és libre por naturaleza.

Lo importante que hemos de aprender en esta vida consiste en que: para llenarte has de vaciarte por completo, para ganar has de perderlo todo, para saber has de olvidarlo todo y no saber nada y para conseguir has de no desear nada, sino solamente estar y ser.