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sábado, 20 de diciembre de 2014

¿De qué va esta crisis?

Hola a todos de nuevo, después de un paréntesis que espero comprendáis para dedicarme por entero a la promoción de mi libro, retomo estas páginas para compartir con todos vosotros una nueva reflexión.
Hoy querría hacer una reflexión en apariencia mucho más materialista. Y digo en apariencia porque cada vez estoy más convencida de que aquí solo hay una cosa importante y todo aquello de lo que la rodeamos no son más que cortinas de humo, muy elaboradas , pero de humo al fin y al cabo.
La reflexión de hoy entra de lleno en la crisis y en el empobrecimiento de la población mundial.
¿A nadie más se le ha ocurrido plantearse que las condiciones de esta crisis no tienen ningún sentido?
Si, ya sé que esta crisis ha sido analizada hasta la saciedad por los tipos más sesudos de todo el mundo, usando miles de términos grandilocuentes  y rimbombantes que no te dejan más opción que abrir mucho los ojos y exclamar un escueto y tímido ¡Aaah!
Sin embargo, con el permiso de todos ellos, yo, cuando la película que se está proyectando se vuelve demasiado incomprensible, tengo la costumbre de reducirla a sus líneas más básicas en un intento por desentrañarla.
Y eso es lo que, en definitiva, he intentado hacer con este enrevesado asunto.
Por aclarar un poco la idea, pensé que lo mejor sería coger una pequeña comunidad lo más apartada posible de la civilización, e intentar comprender una crisis entre sus miembros.
Puede haber varios motivos para que se produzca una crisis que excluya los miembros de una comunidad y los deje pasar hambre (para ello he tenido que incluir en uno de esos poblados el nivel de egoísmo de la civilización, de lo contrario no sería posible el análisis):
— Falta de materia prima: Desastres naturales, sequías o conflictos armados, pueden provocar una reducción drástica de la materia prima necesaria para alimentar a la población o incluso para construir sus viviendas y útiles necesarios para sus necesidades cotidianas.
—Falta de mano de obra: Cualquiera de estas situaciones anteriores, sobre todo los conflictos armados pueden ser la causa de que no haya mano de obra necesaria para cultivar los campos o para manufacturar los productos y construir viviendas,  vehículos y ropa.
—Merma de la población: Grandes epidemias pueden reducir drásticamente la población activa e incluso la capacidad de los individuos aún útiles.
Hasta aquí, a grandes rasgos, los motivos que bajo mi punto de vista, justifican la existencia de una crisis real, seguro que hay elementos  que no he tenido en cuenta, pero entre los expuestos están los más graves e importantes.
Hagamos ahora un análisis de lo que verdaderamente está ocurriendo en el mundo civilizado en estos momentos.
No falta materia prima, de hecho estamos viviendo una situación tan surrealista como que hay materia prima de sobra, que hay que destruir porque la gente que la necesita no tiene estampitas de intercambio.
(Sería necesario aquí hacer un inciso. El dinero que usamos en la actualidad es descendiente directo de los papeles firmados que los templarios ofrecían a los peregrinos a tierra santa, como aval de los bienes que estos dejaban a su custodia, para de ese modo poder usar de esos bienes en caso de necesidad sin que el llevarlos encima fuese no solo un estorbo sino también un peligro para su integridad).
Nos encontramos también con que la gente necesita casas donde vivir y coches que usar, pero tenemos miles de viviendas deshabitadas y miles de personas sin techo porque les faltan estampitas para comprarlas.
En cuanto a los coches tenemos otra incongruencia importante, pues tenemos materia prima, tenemos mano de obra, y tenemos gente que necesita usar esos vehículos. Sin embargo a la gente les faltan de nuevo las estampitas, eso hace que no se puedan fabricar esos vehículos, que la gente que trabaja en ellos tenga menos estampitas  y más imposibilidad para comprar vehículos, casas  o alimentos.
Ahora vamos a analizar las circunstancias de esas estampitas:
Como digo, desde sus inicios el dinero no era otra cosa que papel sellado y firmado que avalaba la existencia de bienes en depósito. Esto se respetó durante mucho tiempo, y hasta hace algunos años el papel moneda emitido estaba avalado por una cantidad de oro que le confería el valor. Pero eso ya no es así, hace años que el papel no está avalado por el noble metal, hace años que es una cuestión de estrategia numérica.
¿Porqué falta entonces el papel para obtener los bienes necesarios?
Ya sé que a esta pregunta, habrá muchos sesudos economistas que me respondan con sentencias como: "No se puede fabricar el dinero a gusto", "eso desequilibraría la balanza presupuestaria" y cosas parecidas.
Pero yo planteo algún ejemplo de esos de andar por casa, en un intento de comprender donde está el fallo del sistema.
A ver, yo entiendo que cuando en un campo donde había diez sandías, por alguno de los motivos expuestos anteriormente, la producción se reduce a dos sandías, que imprimamos más o menos dinero no soluciona el problema. Hay las mismas personas que ahora tendrán que repartirse dos sandías en lugar de diez, si se les da más dinero a cada uno solo conseguiremos que cada sandía cueste más cara, pues el hecho objetivo es que hay menos sandías que repartir entre la misma gente.
Empieza a cortocircuitarme el cerebro cuando lo que me encuentro es suficiente cantidad de sandías, gente que necesita consumirla y gente que necesita recolectarla y distribuirla, y para que cada cual cubra sus necesidades solo faltan estampitas . Y como no hay estampitas suficientes, la gente se queda sin cogerlas o distribuirlas y sin conseguir las estampitas necesarias para comprarlas, las sandías se pudren o se destruyen y la gente se queda sin poder consumirlas y pasa hambre, sin olvidar que el agricultor que tampoco puede vender las sandías también pasa hambre.
Y si además queremos rizar un poco más el rizo, y eso me queda muy cerca de casa, luego hay algún Alcalde que decreta multar a quienes, estando ya las sandías en los contenedores, se atrevan a sacarlas de allí con la intención de comerla o darla de comer a sus hijos.
¿Y nosotros nos llamamos seres racionales?
Pues he de decir que soy completamente incapaz de entender mínimamente este tipo de raciocinio.
Y para concluir mi reflexión, no me queda más remedio que preguntarme: Si  los motivos de esta crisis no están en ninguno de estos parámetros ¿dónde podría situarlos?
Y se me ocurren varias soluciones que seguramente, como todo lo anterior, no sean más que elucubraciones absurdas de alguien sin la más mínima idea de balances presupuestarios y equilibrios sostenibles, alguien sin nada que se parezca mínimamente a ningún tipo de titulo de economista.
Y como esa soy yo, y desde ahora ya advierto al lector que no soy ninguna entendida en esos menesteres, me atrevo a hacerme las mismas preguntas que podría hacerse cualquier albañil y cualquier padre-madre de familia.
¿No será que manteniendo primer, segundo y tercer mundo algunos poderosos lo que tienen es las herramientas necesarias para controlar a sus integrantes?. Me explico: Si yo estoy haciendo un trabajo durante una serie de horas de mi vida al día y veo que quien recoge los beneficios se queda cada vez con más y pretende bajarme a mi mis condiciones económicas continuamente, me negaré a ello. Y es obvio que para que alguien saque beneficios de algo, debe haber trabajadores que produzcan aquello que produce los beneficios, así que hay una balanza donde cada cual dispone de su fuerza.
Pero ¿y si el poderoso dispone de un reducto de personas lo suficientemente desesperadas como para trabajar por lo necesario para no morir de inanición? ¿no sería esta el arma necesaria para desequilibrar la balanza a favor del poderoso?
Esa sería una primera reflexión que atañería a las condiciones que se han dado en la sociedad desde que se convirtió en una sociedad capitalista y global. Pero ahora estamos además viviendo otra situación bastante inusual.
 ¿Por qué, en una sociedad donde no faltan ninguna de las cosas necesarias para que sus miembros vivan y vivan cómodamente, la gente está preocupada por su manutención y la de sus hijos?
Aquí se me ocurre hacer otra reflexión. Sabido es que la mente humana suele funcionar por capas o por etapas, me explico: Cuando falta lo necesario para sobrevivir, la atención de la persona está situada por completo en solucionar este tema, al fin y al cabo somos seres con instinto de supervivencia.
Cuando esta necesidad está cubierta, la gente busca bienestar, cultura, educación, ocio, comunicación, etc. Esta se me ocurre que se parece mucho a la situación vivida en los siglos XIX y XX.
Pero, y ahí está el kit de la cuestión, cuando la gente también tiene cubierta esta segunda etapa, es cuando suele descubrir un nuevo vacío, y empieza a necesitar respuestas para preguntas más trascendentes. ¿Quién soy? ¿qué sentido tiene mi vida? ¿quienes manejan este mundo? ¿como lo hacen y porque? ¿cuál es su poder? ¿por que ocurren cosas que destrozan la lógica estadística? y sobre todo ¿CUÁL ES MI PODER REAL SOBRE MI VIDA Y SOBRE MI ENTORNO?.
¿No será que a finales del siglo XX y principios del XXI, demasiada gente estaba ya haciéndose estas preguntas?
¿No estaría esto poniendo en peligro el poder de aquellos que manejan la sociedad?
¿No estarían preguntándose, que iba a pasar cuando la gente descubra que posiblemente sean más poderosos que aquellos que ostentan el poder?
¿No será la crisis una forma de volver a ocupar las mentes de los ciudadanos en necesidades más básicas de nuevo, para no dejar opción a pensar en todo esto?
Y tú ¿qué opinas?

lunes, 15 de diciembre de 2014

Presentación de Ajenjo


Ayer tuvo lugar el acto de presentación de mi libro Ajenjo, en la Villa del Conocimiento y las Artes de Mairena del Alcor.
Fue un precioso día lluvioso, porque eso dio, si cabe, más valor a la cantidad de gente que se reunió en aquella sala, donde se respiraba magia y buena energía.
Me sentí muy arropada rodeada de tanto cariño y apoyo, gracias, no tengo palabras.
Algo que no olvidaré jamás.
Un abrazo a todos.
 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Entrevista en Radio Mairena

Hola de nuevo, os dejo el audio de la entrevista que me han hecho hoy en Radio Mairena para hablar de la presentación de mi libro AJENJO.
Os espero el domingo a las 13.00 en la Feria del Libro, en la Villa del Conocimiento y las Artes (Biblioteca Municipal de Mairena del Alcor)
 
 
 

lunes, 8 de diciembre de 2014

Nos vemos el día 14


Hola de nuevo amigos, hoy quiero recordaros que este próximo domingo día 14 de diciembre, a la una del mediodía, en la sala de exposiciones de la Villa del Conocimiento y las Artes José Manuel Lara, tendré el gusto de presentar mi novela Ajenjo, en el marco de la Feria del Libro de Mairena del Alcor.

Os invito y animo a acompañarme en esta ocasión.

La realización de este proyecto no ha sido para mi la realización de un proyecto cultural o literario simplemente, para mí este proceso ha conllevado mucho más que una transmisión de ideas, ha sido un proceso de compresión y conexión, un proceso cargado de una gran emotividad, donde he podido vivir lo que yo sin duda definiría como magia, y no me refiero a un acto de prestidigitación, me refiero a magia en su más alto y sublime significado. Esa magia que te hace comprender que todo puede cambiar porque nada es antes de que tú llegues a crearlo.

Quisiera poder compartir con todos vosotros esa sensación, y por eso, para este próximo domingo, y con la inestimable colaboración de amigos muy especiales, hemos preparado un acto muy íntimo y muy emocional. No es mi intención hacer una tesis sobre la profundidad de los conceptos que pueden aparecer en el libro, me interesa mucho más que, a través de algunos párrafos y algunas músicas, por unos minutos podáis sentir esa sensación de estar tocando esa parte de nosotros mismos, que siente en lo más profundo esa comprensión más allá de formas y conceptos.

Acompáñame en ese viaje.

Además es posible que encuentres alguna sorpresa, pero tendrás que venir para averiguarlo.

 
 

viernes, 28 de noviembre de 2014

Por fin una luz


Hola de nuevo a todos, no sé si esto de hoy podría llamarse exactamente una entrada, al menos no una como las que he ido colgando habitualmente, pero sí hay algo que desearía compartir con todos vosotros.
Veréis, no sé si las palabras me bastarán para traducir lo que en estos momentos son solo sensaciones, muy intensan pero también difíciles de explicar.
La sensación se parece a un cielo lleno de cúmulo nimbos, el sol se esconde por ratos dejando todo en tinieblas, pero de vez en cuando las nubes se abren dejando a la vista un buen trozo de cielo. Cuando eso ocurre siento estar arañando con la punta de los dedos un misterio que sé que cuando logre agarrar me hará sentir algo así como “¡Dios, si es esto, ha sido esto todo el tiempo y lo tenía delante de mis narices y no lo podía ver!
Supongo que es esto lo que he estado persiguiendo mucho tiempo y seguiré persiguiendo durante mucho más tiempo.
El caso es que hace dos días cayó en mis manos un par de enlaces de alguien muy especial. Trata de una experiencia cercana a la muerte contada en primera persona. Estuve escuchándolo y es una de esas cosas que te hacen sentir la emoción de estar abriendo una especie de velo, algo que en tu interior ya sabías, porque la verdad está dentro de todos nosotros, pero de los que no somos conscientes.
Muchos de esos conceptos han formado parte de mis propias indagaciones y descubrimientos y también forman parte del argumento de mi libro. Además, cuando llegué al concepto de foco de luz, fue como si algo sólido golpeara dentro de mi consciencia, algo cuyo eco llegó directamente para bombear más rápido en mi corazón.
Era uno de esos conceptos que había vislumbrado a menudo cuando las nubes dejaban algún hueco y creo que es digno de ser compartido.
Espero que os resulte interesante.
 
 
 

jueves, 20 de noviembre de 2014

AJENJO (Busca al otro lado del espejo)


Hola de nuevo, hoy me asomo a esta ventana para presentaros algo en lo que he estado trabajando durante el último año y medio. En esta ocasión se trata de una novela, o tal vez no.

¿Por qué una novela? Pues porque una cosa es plantearse situaciones teóricas y otra muy distinta llevar alguna de esas situaciones a la realidad supuestamente tangible.

Del mismo modo que no es igual que te cuenten como se siente el agua sobre la piel que meterte en el mar, ni leer las instrucciones acerca del funcionamiento de una bicicleta se parece a dar un paseo sobre ella.

A pesar de todo, la verdad es una tierra sin caminos así que, sólo a veces, la experiencia de la búsqueda personal de alguien puede ser útil a alguien que comienza a buscarse.

Los libros como tantas otras cosas en este mundo que experimentamos, son instrumentos que la consciencia universal puede usar para llamar a la puerta de nuestra mente, y también como tantas otras cosas en nuestra realidad, se reescriben según la percepción de quien lo lee. En esta, como en tantas otras ocasiones, la verdad que puedas encontrar entre sus páginas, depende más de tí como lector que de mí como escritora.

Por mi parte solo puedo asegurarte que entre sus páginas está mucha de la verdad que, esta que os escribe, ha ido recordando y experimentando durante sus cuarenta y cinco años de experiencia vital.

Espero que decidas asomarte a sus páginas y espero también que estas te aporten, al menos, parte de la magia que yo pude experimentar al escribirlo.

Os dejo a continuación una sinopsis:

"Para Blanca no era un día como cualquier otro, en pocos minutos podrá volver a escuchar la voz de su hijo tras semanas en el espacio.

Sin embargo, ese mismo día, el interés de todo el mundo parecía estar centrado en las famosas profecías del fin del calendario maya.

En Cabo Cañaveral, en plena conexión con la nave en el espacio, y ante la incredulidad de todos los presentes, algo ocurre, un segundo de silencio y la nave se esfuma sin dejar rastro.

Blanca, Andrea y el resto de familiares de los tripulantes deberán aprender a vivir para siempre sin sus seres queridos... ¿o no?

La vida de Blanca y de otra mucha gente quedará marcada desde ese día.

Este drama, a medio camino entre el misterio y la ciencia ficción, hará que te replantees tus conceptos sobre la realidad que vives y sobre el verdadero significado de las palabras de los grandes maestros de la historia."

Para todos los que podáis, haré la presentación en la IX Feria del libro de Mairena del Alcor, el próximo domingo 14 de diciembre de 2014, a las 13.00 horas en la Villa del Conocimiento y las Artes de esta localidad, espero veros por allí.

En un par de días estará disponible en varias librerías de Mairena.
 

 
 
Para todos los demás, ya está disponible en Amazon en formato electrónico y en formato rústica con tapa blanda, podéis acceder directamente o a través de mi página desde donde podéis entrar directamente en el enlace sin necesidad de llevar a cabo ninguna búsqueda, y donde también podréis bajaros el primer capítulo en PDF.

 

 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

El fin de los tiempos



La reflexión de hoy tiene como base un nuevo estudio sobre la realidad del universo, llevado a cabo en nuestro país.
Intentaré explicar primero en que ha consistido ese estudio, para a continuación plantear un par de preguntas al respecto.
A continuación transcribo casi por completo, un artículo publicado al respecto.
Artículo:
¿Recuerdan aquello de la continuidad espacio-tiempo? Vale, ¿y si la parte del tiempo de la ecuación estuviera, literalmente, agotándose?
Nuevas evidencias sugieren que el tiempo está lentamente desapareciendo de nuestro universo, y que un día desaparecerá por completo. Esta radical teoría podría explicar un misterio cosmológico que ha desconcertado a los científicos durante años.
Los científicos miden la luz de las explosiones de distantes estrellas, para mostrar que el universo se está expandiendo a un ritmo acelerado. Se supone que las supernovas se van distanciando más rápido que la propia edad del universo. Los físicos también suponen que una especie de anti-fuerza de gravedad debe estar reconduciendo a las galaxias, y comenzaron a llamar a esta fuerza no identificada «energía oscura».
La idea de que el tiempo podría cesar dentro de miles de millones de años, y que todo se detendría, ha sido propuesta por los profesores José Senovilla, Marc Mars y Raúl Vera de la Universidad del País Vasco, Bilbao en un estudio conjunto con la Universidad de Salamanca. 
La conclusión de dicho estudio pretente ser  una explicación alternativa a la «energía oscura», esa misteriosa fuerza antigravitatoria que se ha sugerido para explicar un fenómeno cósmico que sigue desconcertando a los científicos, pues hasta el día de hoy nadie sabe que es la energía oscura, o de dónde procede.
El profesor Senovilla, y sus colegas, han propuesto una alternativa alucinante. Proponen que no existe esa supuesta energía oscura, y estamos viendo las cosas al revés.
Senovilla propone que estamos engañados con la idea de que la expansión del universo se está acelerando, cuando en realidad es el tiempo el que se está ralentizando. A un nivel cotidiano, el cambio no sería perceptible. Sin embargo, resultaría evidente en un seguimiento, a una escala de medida cósmica, durante miles de millones de años.
La propuesta del equipo, publicado en la revista Physical Review D, califica la energía oscura como una ficción. En cambio, señala Senovilla, la aparición de la aceleración es causada por el tiempo mismo que se va ralentizando gradualmente, como un reloj con una batería deteriorada. «No decimos que la expansión del universo sea una ilusión», explica, «sino la aceleración de esa expansión, es decir, la posibilidad de que la expansión esté, y haya estado, aumentando su velocidad»
Si el tiempo se va ralentizando gradualmente, pero nosotros, ingenuamente, seguimos derivando las ecuaciones para obtener los cambios de la expansión, respecto a (un flujo estándar del tiempo), entonces, los modelos simples que hemos construido en nuestro trabajo mostrarían una «velocidad efectiva de aceleración de la expansión.
Las precisiones de estas medidas dependen del tiempo que queda invariable a lo largo de todo el universo. Si el tiempo se está ralentizando, según esta nueva teoría, nuestra solitaria dimensión de tiempo se puede estar convirtiendo lentamente en una nueva dimensión de espacio. Por lo tanto, las antiguas y muy distantes estrellas observadas por los cosmólogos, desde nuestra perspectiva parece como si se estuvieran acelerando.
«Nuestros cálculos muestran que podríamos pensar que la expansión del universo se está acelerando», señala el profesor Senovilla. La teoría basa su idea en una variante particular de la teoría de supercuerdas, en el cual nuestro universo está limitado a la superficie de una membrana, o brana, que flota en un espacio de dimensiones superiores, conocida como la «mayor». En miles de millones de años el tiempo dejaría de ser tiempo completamente.
«Entonces todo se congelará, como la foto de un instante, para siempre», dijo Senovilla a la revista New Scientist.
Por radicales que sean, y de alguna manera, sin precedentes, estas ideas no carecen de apoyo. Gary Gibbons, un cosmólogo de la Universidad de Cambridge, dice que el concepto tiene su mérito. «Creemos que el tiempo surgió durante el Big Bang, y si el tiempo puede surgir, también puede desaparecer, simplemente es el efecto contrario.»
Hasta aquí la explicación del estudio en cuestión. Espero que se entienda medianamente bien a pesar de la dificultad de tal cometido cuando entramos en distancias y efectos siderales.
Me voy a arriesgar aún a incluir en esta ecuación otro concepto igual de escurridizo, me refiero a los taquiones.
Un taquión es una partícula hipotética cuya velocidad supera a la de la luz. Las propiedades que tendría una partícula así se obtienen analizando las expresiones de energía y momento que aparecen en la relatividad general.
Un requisito que debe cumplir cualquier magnitud medible es que se trate de un número real. Al introducir una velocidad para esta partícula mayor que la de la luz se obtiene una masa imaginaria. Debido a que su velocidad es mayor que la de la luz, esta masa no es directamente medible.
Los taquiones de energía cero se mueven con velocidad Infinita. ¿Es de verdad posible una velocidad infinita?
Bueno pues si tenemos en cuenta que para calcular la velocidad de algo se necesitan dos referencias (distancia recorrida y tiempo) y si acordamos que a la velocidad de la luz el tiempo no existiría o al menos dejaríamos de contabilizar sus efectos, parece que esa sería la conclusión más evidente.
La idea de una partícula que se mueve a velocidad infinita tiene sus paradojas. Iría de A a B en un tiempo nulo, lo cual significa que estaría en A y B al mismo tiempo, y también en todos los lugares intermedios. Y seguiría hasta los puntos C, D, E, etc., a través de una distancia infinita, todo ello en un tiempo nulo. Una partícula que se moviera a velocidad infinita tendría por tanto las propiedades de una barra sólida de longitud infinita.
Entraríamos por tanto de lleno, como cada vez que entramos en el mundo de las partículas subatónicas, en una realidad subrrealista para nuestra percepción.
Quiero, sin embargo, al hilo de estas consideraciones plantearme un par de preguntas. No es que tenga la respuesta para ellas, solo considero las posibilidades.
Es necesario no obstante hacer una última consideración a priori. Ya he planteado en artículos anteriores la posibilidad de que la consciencia exista con independencia del soporte físico que la sustenta y que apareciera del mismo Bin Bag como un cuarto elemento junto con el espacio, la materia y el tiempo.
Pues bien, siendo así  ¿Sobrevive nuestra consciencia usando como vehículo alguna de estas partículas subatómicas? ¿Puede variar el soporte en su naturaleza según la naturaleza de nuestra propia consciencia? O dicho de otro modo, ¿es nuestra consciencia energía más o menos densa dependiendo de su vibración?
Si esto fuera así, ¿serían los taquiones el vehículo de las consciencias más elevadas?  ¿Podríamos deducir esto de pasajes como este? "Los hijos del reino son como el viento, oyes su rumor pero no sabes de donde vienen ni adonde van"
Por otro lado:
Quienes han experimentado una experiencia cercana a la muerte, o incluso alguna experiencia de orden místico, suelen coincidir en una característica común a todas ellas, el tiempo se detiene o el tiempo deja de existir.
¿Dispone el universo de mecanismos, como los agujeros negros o agujeros de gusano que pudieran permitir a nuestra consciencia, en este tipo de soporte, viajar hasta ese momento de detención del tiempo?
¿Es eso lo que se ha dado en llamar el final de los tiempos?



 



martes, 28 de octubre de 2014

¿Existe la materia inerte?

Hola a todos, en primer lugar debo pedir  disculpas por este largo período de tiempo sin asomarme a esta ventana desde donde, tan amablemente, seguís mis reflexiones.
Tengo que explicar al respecto que he estado inmersa tanto en el proceso de creación como en el, no menos intrincado, proceso de edición de una novela que muy pronto verá la luz.
Dejando aparcado este tema para comentar a su debido tiempo, hoy quería compartir con vosotros algo a lo que no había dado crédito ni importancia hasta ahora pero que hoy, de pronto, ha golpeado con fuerza en algún lugar de mi consciencia.
Me explico, jamás había tenido la necesidad de tomar en consideración algo que sin embargo lleva formando parte de las creencias de culturas ancestrales en todo el mundo durante milenios.
Plantearse que seres vivos como animales e incluso plantas puedan poseer alma y por tanto determinado tipo de  emociones era una cosa, pero conceder a los objetos semejante cualidad ya era harina de otro costal.
Tengo que reconocer que no dejaba de llamarme la atención que una sociedad tan tecnológica como la japonesa, comparta sin embargo, de forma muy arraigada, la creencia en la animación de los que en occidente consideramos objetos inanimados, entendiendo aquí el adjetivo animado como provisto de ánima y no de movimiento.
Curiosamente ya había meditado con anterioridad sobre la unidad del todo como fruto de un mismo principio, y aunque pensándolo bien, esta reflexión que ahora hago parecería una consecuencia lógica de dicha disertación anterior. En demasiadas ocasiones lo lógico no es obvio para el observador que ha de luchar contra una imagen bien arraigada en su pantalla mental, que es por otra parte la que se ocupa de seleccionar lo que podemos y no podemos incluir en nuestro pequeño mundo.
Era pues obvio, que en mi pantalla mental los objetos no debían poseer este tipo de consideración. Seguramente un japonés hubiese hecho la relación que unía ambos asuntos de forma inmediata.
En fin, para no divagar en exceso, lo que quería compartir con vosotros es el hecho de que si convenimos en que todo lo que existe procede de una única partícula de energía que se convirtió en luz, materia, espacio y tiempo, y si ese proceso llevaba implícito la intencionalidad de una consciencia preexistente, sería lógico pensar que toda materia procedente de aquel proceso, incluyendo la materia supuestamente inerte, comparte o participa de algún modo de esa consciencia.
Me pregunto si, desde este punto de vista, se podría encontrar alguna explicación a las creencias de muchas culturas, donde las imágenes que asemejan a determinado individuo puede influir y participar de su misma esencia vital o alma. Me estoy refiriendo a creencias animistas como el sincretismo, el budú o en mayor o menor medida incluso la cultura católica a través de la imaginería o el mismo judaísmo o las corrientes evangélicas que al prohíbir el uso de las imágenes, tambien les atribuye  algún tipo de poder, pues huelga decir que de considerar inocuos los objetos e imágenes creados con alguna intencionalidad, no se tomarían la molestia de prohibirlos. Así que, en todo caso, parece que ninguna de estas corrientes o creencias consideran indiferente la influencia de objetos e imágenes en nuestra realidad.
Por otra parte, si atendemos al comportamiento de la energía, según la física cuántica, ningún objeto o ser con el que otro objeto entrare en contacto estaría efectivamente separado de este, ya que irremediablemente existiría entre ellos un intercambio de partículas y por tanto de información. Lo que dicho de otro modo vendría a ser igual a decir que "algo que ha estado unido, continúa estándolo siempre de alguna forma".
En definitiva, yo no puedo asegurar que conozco ni doy por cierta la respuesta a este dilema, sin embargo creo que puede ser un tema digno de reflexión y quién sabe, tal vez un paso más para la verdadera comprensión de la realidad que experimentamos.
 
 

“..Cortad un madero y me encontraréis, levantad una piedra y allí estaré yo...”

Jesús de Nazaret

jueves, 10 de abril de 2014

¿Y si Dios no creó el mundo?


Durante las últimas semanas, una idea ha venido rondando mi mente.

Parece que los últimos descubrimientos astronómicos nos acercan un poco más a confirmar la teoría del Big Bang.

Parece que, para completar el círculo, poco más queda por descubrir que el proceso de ese primer detonante, ese primer instante que marca la diferencia entre el todo y la nada, si es que es posible hablar de diferencia.

Así que, a la luz de lo que esta teoría significa, parece que tenemos que concluir que en un principio todo se reducía a un ínfimo punto de luz que, por alguna razón, decidió expandirse a través de una gran explosión.

En ese proceso de expansión, esa energía que emergió de esa partícula primigenia comenzó a crear la materia.

La vibración que esa energía fue adquiriendo o transformando en su periplo a través de ese espacio que ella misma iba creando a su paso fue definiendo y creando los distintos tipos de materia y energía que hoy componen la realidad de nuestro universo.

Ese mismo proceso, que fue creando el espacio, también lo hacía con ese confuso concepto que a partir de entonces pudimos haber llamado tiempo.

No sé si mi forma de explicar el proceso puede considerarse certera o exhaustiva, pero esta idea tan manejada en los últimos tiempos y que intento explicar me plantea algún que otro interrogante.

¿Y si pudiéramos conferir una nueva característica a esa minúscula partícula de energía?

¿Y si ese pequeño punto de luz estuviese dotado de consciencia?

¿Y si junto a esa expansión de energía, materia, espacio y tiempo, se hubiese expandido también esa consciencia latente?

¿Y si pudiésemos conferir intencionalidad a ese proceso?

¿Y si en principio hubiese sido el verbo?

Hay varias frases que me vienen a la memoria cuando pienso en todo esto.

Como es arriba es abajo.

Conoce lo que está delante de ti y conocerás el todo.

El microcosmos como el macrocosmos.

¿Y si ahí estuviera el secreto?

¿Círculos concéntricos, unos dentro de otros?

¿Figuras fractales que se auto replican?
 

Si analizamos el proceso de formación de un cuerpo humano vemos que todas y cada una de las células embrionarias, que se forman a través de la expansión de una sola célula, contienen la información del embrión al completo, cada una de esas células es el embrión completo o tiene la información necesaria para convertirse en un embrión.

Durante ese proceso de expansión, en un momento determinado de esa formación embrionaria, algo dentro de su ADN entiende que es necesario restringir parte de la información disponible. Entiende que para vivir esa experiencia, la célula debe especializarse, debe olvidar parte de su información y centrarse en alguna información concreta.

De esta forma aparecen las células que formarán el hígado y que desconocen cualquier dato sobre el corazón, las células del corazón, que no entienden las funciones del cerebro y así sucesivamente.

¿Y si el proceso por el cual cada uno de nosotros es un individuo concreto y aparentemente separado del resto resulta ser similar a ese proceso que ya empezamos a comprender dentro de la formación de nuestros propios cuerpos?

¿Y si esa misteriosa "mano del ángel" (que así es como se llama a la encima encargada de restringir toda la información que no resulte útil para el nuevo cometido de la célula) es quien propicia el EGO, la pequeña personalidad separada que creemos ser? ¿Y si, al igual que podemos invertir ese proceso en una célula para convertirla de nuevo en una célula madre, podemos invertir de algún modo el proceso de separación aparente para ser conscientes de nuevo de la totalidad?

Está claro que la información de lo que somos no es un simple proceso de suma de las partes que nos componen, debe existir otro sistema, otra forma de configurar lo que nos define como seres pensantes, pues nadie es menos él en su interior porque le falte un pie, una mano o incluso la funcionalidad de casi todo su cuerpo.

Si solo fuésemos la suma de las partes que nos componen, al perder algún miembro u órgano prescindiríamos también de la información de las células que lo componían y terminaríamos siendo un porcentaje de nosotros mismos.

De hecho no tiene mucho sentido que seamos o nos sintamos la misma persona durante toda nuestra vida dado que todas las células que componían nuestro cuerpo hace tan solo unos años han muerto y han sido sustituidas por nuevas células.

¿Hay entonces una conexión disponible, una nube a la que podamos asceder a través de algún mecanismo interno?

¿Es ese al proceso al que llamamos  LUMINACIÓN?

Jesús lo asimilaba a estar dentro de una habitación oscura, cuando alguien enciende la luz no preguntas dónde está la puerta, la ves y sales. Si alguien que ha padecido algún tipo de amnesia  sale de ella, no pregunta ¿quién soy? o ¿cómo me siento?, simplemente vuelve a sentirse él mismo.

¿Y si Dios no ha creado el mundo?

¿Y si Dios se ha convertido en el mundo?
 

viernes, 7 de febrero de 2014

¡Mirad! he ahí la verdad


¿Habéis estado alguna vez en un sitio al que ya fuisteis hace años y os habéis preguntado, pero eso estaba ahí antes?, ¿Os ha pasado algo parecido releyendo un libro o volviendo a ver una película?

¿Os habéis preguntado alguna vez porqué ocurre esto?. ¿Por qué razón no pudisteis  ver entonces lo que estáis viendo ahora?

La respuesta está en nuestro cerebro. Pensamos que a través de nuestra vista, oído, tacto, olfato y gusto, nuestro cerebro nos está ofreciendo una imagen fidedigna de la realidad.

Pero el cerebro no está diseñado para mostrarnos la realidad sino para sobrevivir, así que solo nos mostrará aquello que nos sea cómodo, conocido o útil y sobre todo evitará mostrarnos aquello que pueda tambalear nuestro sistema de creencias.

Así que para ver cosas nuevas, primero tendremos abrir nuestra mente a nuevas posibilidades.

“NO SE TRATA DE VER PARA CREER SINO DE CREER PARA VER”

Ignorar esta circunstancia además, puede acarrearnos importantes conflictos con las personas con las que convivimos. En demasiadas ocasiones, ante alguna discrepancia con alguien sobre nuestra forma de ver la realidad, nos preguntaremos con frecuencia, y en ocasiones con un importante grado de ansiedad, ¿pero como es posible que no lo esté viendo?

Leeremos textos que nos lleguen profundamente y que nos aporten una gran claridad en nuestra manera de ver el mundo e intentaremos compartirlo con nuestros seres queridos para comprobar que a ellos no les dice nada de nada.

Llegados a este punto, deberíamos hacer una reflexión sobre como puede funcionar esa evolución, a la hora de que nuestro cerebro no restrinja la realidad que nos muestra, en esa búsqueda de aquello a lo que llamamos VERDAD.

Leemos textos que aparecen ante nosotros y nos entusiasmamos con ellos, luego poco a poco nos vamos dando cuenta de que en cada uno de esos textos hay cosas que nos resuenan "que nos cuadran" y otras que no, y volveremos a sentirnos solos y perdidos. Nos desilusionaremos  porque ese "algo" dentro de nosotros que nos dice que hay cosas que no nos cuadran es muy fuerte y nos preguntaremos a veces con cansancio y otras con rabia ¿dónde diantres está la verdad?

Pero está bien leer  todo lo que aparezca ante nosotros, si nos ha llegado hay un motivo para ello.

Sin embargo no intentes encontrar la verdad en ningún sitio. No puedes. La verdad es un camino que se recorre en solitario. Los textos, al igual que las manchas que te muestran los psicólogos, solo pueden ayudarte a sacar la verdad del único sitio donde se encuentra, en algún lugar en lo más profundo de tu ser.

Del  mismo modo tu verdad solo puede ayudar a alguien a encontrar la suya, pero no será la verdad de nadie más.

Buscamos una única verdad que sea  válida para todo el mundo, pero lo más probable es que eso no sea posible. Es más factible que seamos una porción de Dios evolucionando a través de la experimentación de distintas fases de la realidad material, porque esto es más compatible con la observación de todo lo que es en la naturaleza. Si Dios evolucionara en un solo sentido, necesitaría solo una consciencia para hacerlo. Pero es mucho más probable que Dios evolucione en todos los sentidos y en todas las direcciones que es de la forma en la que se expande el universo “observa una parte y entenderás el todo”.

Además, si todo estuviese ya descubierto, ¿cuál sería nuestra función en este mundo? Seríamos meros espectadores, y todo parece indicar que somos cocreadores de nuestra realidad.

Por aportar algún ejemplo que pueda resultar clarificador: Si cada físico se limitara a aprender lo que ya hay descubierto y escrito en su campo de conocimiento, la física no evolucionaría. La física y como ella cualquier materia, evoluciona porque alguien, después de haber bebido de los conocimientos de otros, va un paso más allá y se adentra en el terreno de lo inexplorado para descubrir algo nuevo.

Podremos por tanto ayudarnos de muchas cosas, de la experiencia de otros, de textos escritos, de la observación de la naturaleza o de cualquier sistema de creencias. Pero  no sería sensato hipotecar nuestras esperanzas al hecho de poder encontrar la verdad en ninguno de estos lugares.

No puedes decir, ¡mira, he ahí la verdad! o ¡mírala en aquél otro lugar!, pues la verdad no puede  ofrecértela nadie. La verdad hemos de encontrarla adentrándonos un paso más allá en el terreno inexplorado de nuestra propia consciencia, es ahí donde están todas las respuestas, e irán apareciendo cuando estemos preparados para comprenderla.

Al final supongo que terminamos descubriendo que no es importante convencer a nadie de nuestra propia verdad, por muy clara que la podamos tener, pues cada uno tiene su camino, su verdad y su ritmo.

Veremos que gente que creíamos que iban a nuestro ritmo han decidido quedarse en alguna estación de paso. Alguno de nuestros compañeros de viaje se quedó enganchado con una película que les gustó, tú sabrás que esa no es la respuesta e intentarás tirar de él o ella, pero no te escuchará y te sentirás triste y frustrado.

Deberemos entender entonces que ese era su camino, que nuestras sendas se unieron durante un tiempo, pero que ahora podemos compartir el salón pero lo haremos viendo películas distintas, porque en este salón no hay una pantalla común, cada cual tiene la suya.

Y lo más importante, y esa si que podría considerarse una verdad sin paliativos, entre otras cosas porque es a la que han llegado todos los sabios o seres evolucionados de todo el mundo y en todo tiempo. Descubriremos que todo está bien, que no hay nada que no esté en el lugar que debe estar, ni cosa que no tenga su función en el universo y en nuestro camino. Que en realidad no hay motivo alguno para temer nada ni a nadie en este mundo, y eso ,que es en realidad la GRAN VERDAD, te liberará y será entonces cuando encontremos la paz y la felicidad, que en realidad son una misma cosa.

·         "No temáis, solo buscad la verdad y la verdad os hará libres"

Tal vez, siguiendo el hilo argumental de la última entrada, podamos cambiar nuestra realidad con nuestras creencias, deseos y voluntad.

Tal  vez podamos saltar de universo en universo para vivir una realidad más acorde a nuestros deseos.

Pero también, tal vez, esa solo sea una forma de retrasar nuestra evolución.

Quizás ese sea el motivo por el que Jesús proclamaba constantemente “hágase tu voluntad”, y la razón por la que las filosofías orientales como el budismo, el tao o el zen basan, en buena medida, sus enseñanzas en prescindir de los deseos.

Quizás sea la única forma de no ir saltando de curso en curso y concluir aquel que hemos empezado.